sábado, 1 de diciembre de 2018

EL QUERER COMO POSIBILIDAD

EL QUERER COMO POSIBILIDAD
La ética del deseo, de la posibilidad y de la libertad transforma el principio cartesiano "pienso, luego existo", por el de "quiero, luego existo". Si la acción humana es el fundamento de toda moralidad, para ser el hombre primero tiene que querer ser. Ya no se trata ahora de la acción como fundamento, sino de interrogar por el fundamento del fundamento, esto es, por aquello que está detrás de la acción misma, y que es precisamente la voluntad como fundamento de a acción ética. Así, el nuevo principio de la subjetividad ética no es el deber, sino mi voluntad más profunda.
Querer es querer ser: y querer ser es querer más, querer acendrarse y ampliarse más en el ser.
El querer como posibilidad, por consiguiente, implica que: "Es de mi querer esencial, no de un querer parcial o cosificado, sino del querer que radicalmente me constituye, de donde tienen que brotar mis normas y mis valores. Mi querer es mi deber y mi posibilidad, lo que el querer descubre". 


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